Carillas dentales
Las carillas dentales son procedimientos estéticos que consisten en adherir delgadas láminas de porcelana o composite a la parte frontal de los dientes para mejorar su apariencia. Con ellas, es posible corregir la forma, el tamaño y el color de los dientes, logrando una sonrisa más armoniosa.
La elección del material depende de cada caso. Las carillas de porcelana o cerámicas ofrecen mayor estética y durabilidad, mientras que las de composite son recomendadas para personas con bruxismo, así como para niños y adolescentes, ya que su encía sigue cambiando con el crecimiento.
¿Cuando las recomendamos?
Tradicionalmente, los tratamientos estéticos dentales estaban más asociados con las mujeres, pero cada vez más hombres se preocupan por la apariencia de su sonrisa y se ponen carillas dentales.
Carillas de porcelana (cerámicas)
Las carillas de porcelana son finas láminas, de aproximadamente 0.3 mm de grosor, fabricadas en un laboratorio por un técnico especializado. Se adhieren a la superficie dental con adhesivos resistentes, lo que las hace altamente duraderas y difíciles de fracturar. Su colocación es un procedimiento mínimamente invasivo, ya que solo requiere un ligero tallado del esmalte, preservando la estructura del diente.
Su acabado de alta calidad proporciona un aspecto natural, gracias a la capacidad de la cerámica para reflejar la luz de manera similar al esmalte dental. Además, su color permanece estable con el tiempo, sin verse afectado por factores externos.
Carillas de composite
Las carillas de composite representan una opción más accesible y de rápida aplicación en comparación con las de porcelana. A diferencia de estas últimas, que requieren ser fabricadas en un laboratorio, las carillas de composite se moldean directamente sobre la superficie dental del paciente por el odontólogo durante la misma consulta.
Para su elaboración, se utilizan resinas compuestas de alta estética, las cuales permiten imitar con gran precisión el color y la textura del diente natural. Este procedimiento ofrece la ventaja de ser más flexible y reversible, ya que puede ser ajustado o reparado fácilmente en caso de desgaste o fractura. Además, al no requerir un tallado extenso del esmalte, es una opción menos invasiva y más conservadora para la estructura dental.
Carillas de porcelana
Carillas de composite